Con la última incorporación a la familia Z, la Z 650, Kawasaki ha ampliado consecuentemente la familia Z hacia abajo. La "pequeña" es una moto para principiantes, polivalente, para la ciudad o como segunda moto.

Jamón picante secado al aire, tomates y aceitunas en aceite, dátiles rellenos, espárragos verdes rebozados crujientes o mini pimientos fritos: las tapas que degustamos al atardecer tras una prueba de unos 250 kilómetros en la localidad costera de El Rompido, al sur de la costa andaluza, que se ha vaciado de veraneantes, son a veces suaves, a veces picantes.

De vez en cuando, las escamas de chile picante, que por el momento han condimentado los manjares nacionales españoles, nos hacen llorar, ¡lágrimas de alegría! Lo mismo ocurre con la última creación de Kawasaki, la Z 650, que hemos conducido con suavidad, pero también con mucho picante y durante todo el día por las numerosas curvas del interior. La manejable barredora de carreteras es reconfortante y reaviva un nombre conocido e inolvidable.

El informe de conducción completo de Brigitte Burri puede consultarse en el MSS 1-2/2017 actual.

40 años de la Kawasaki Z 650: La abuela de 1977, la heredera Er-6n de 2006 y diez años después la elegante nieta Z 650 (desde la izquierda).