Primera familiarización con la nueva KTM 1290 Super Duke R en Portimao. No sólo la posición de conducción es ahora más deportiva... O dicho de otro modo: cuando 180 CV tiran de la cadena, eso es el colmo.

La nueva KTM 1290 Super Duke R no es simplemente una versión "acicalada" del modelo anterior con un nuevo esquema de colores, sino más bien un cambio de imagen radical. Los técnicos informan de que el 90% de todas las piezas son nuevas o han sido revisadas. Por ejemplo, hay un bastidor completamente nuevo con una posición más elevada del motor. Además, el puntal de suspensión WP funciona ahora mediante un sistema de deflexión. Para que esto sea posible, se ha dado una nueva forma al basculante de un solo lado, que ahora ofrece espacio para el amortiguador, ahora situado en una posición más baja.

El recorrido de la suspensión trasera se ha reducido en 16 milímetros hasta los 140 milímetros y el depósito se ha reducido en dos litros para quitar algo de peso a la rueda delantera y dotar a la Super Duke R 2020 de un comportamiento más neutro. Por supuesto, en este segmento de motos no pueden faltar unos amplios sistemas electrónicos de asistencia de última generación. Como siempre, se pueden ajustar y desconectar individualmente a través de un menú fácil de usar.

¡Agárrate fuerte!

¿Cómo se comporta la última versión de esta bestia? Una moto con semejante planta motriz, en la que la potencia (ahora unos auténticos 180 CV) y el par (140 Nm) están disponibles en abundancia, necesita primero un rodaje. Así que nos fuimos a Portimao. De pie y sin parabrisas, con el manillar bien agarrado, salimos a la pista.

Tras un breve periodo de familiarización, la sonrisa bajo el casco se hace cada vez más grande. La suspensión, especialmente la trasera, funciona a la perfección y la 1290 dirige la dirección que buscas con una precisión milimétrica. No tienes que preocuparte por ningún capricho de manejo, sino que puedes concentrarte plenamente en la trazada y en domar el exuberante temperamento de la V2. Tendrás mucho que hacer, porque esta máquina de vapor empuja hacia delante sin piedad, independientemente de la marcha engranada o de la velocidad que muestre el cuadro de mandos digital en ese momento.

Cuestión de gustos

Por supuesto, es cuestión de gustos si quieres correr por la pista en una moto naked a más de 250 km/h e imitar la aerodinámica de la puerta de un granero. Pero sentarse erguido y molestar a los pilotos de la facción inclinada con sus superbikes de 200 CV definitivamente tiene su atractivo. Y esto es realmente posible en esta KTM, especialmente si montas algunas piezas de potencia de fábrica y neumáticos lisos para el track day. Ready to Race no es sólo un truco de marketing de la 1290 Super Duke R.

Versatilidad

Sin embargo, la mayoría de los Super Duke harán probablemente la mayor parte de sus kilómetros en carretera. Y es precisamente en esta gama donde reside la fascinación. Por un lado, esta multiherramienta es estupenda para rodar a toda velocidad en circuito, pero por otro, la KTM no te dejará con problemas posturales tras una larga jornada de conducción. La posición de conducción relativamente erguida, la superioridad del motor y el manejo mejorado y sin complicaciones amplían considerablemente el rango de uso en comparación con una moto puramente deportiva.

La red de seguridad electrónica ultramoderna, como el control de tracción regulable gradualmente, los distintos reglajes del motor y el ABS configurable individualmente del sistema de frenado estable, no sólo tiene sentido en la vuelta rápida: estos sistemas de asistencia quitan el miedo a tanta potencia bruta, sobre todo en carretera, pero sin actuar de forma condescendiente.

La deflexión del amortiguador trasero es muy buena para la moto. El modelo 2020 es ahora mucho más cómodo, más fácil de girar y más ágil en las curvas. La facilidad de cambio de la caja de cambios también ha mejorado.

Texto: Roger Sperandio

Imágenes: Marco Campelli