El debate sobre el ruido de las motos ya se ha apagado en los medios de comunicación. Sin embargo, debido a la iniciativa parlamentaria de Gabriela Suter de prohibir las motos con un nivel de ruido estacionario superior a 95 dB, el tema sigue ocupando a los políticos. Las asociaciones suizas de motoristas se han dirigido ahora a la comisión responsable para evitar males mayores.

La iniciativa parlamentaria 20.444 de Gabriela Suter pretende lograr una "prohibición del tráfico de motocicletas con un nivel de ruido estacionario superior a 95 dB". En primavera y verano, el debate sobre el ruido y esta iniciativa estuvieron en boca de todos. Entretanto, el tema ya ha desaparecido del discurso público.

Pero las ruedas de la política giran lenta pero constantemente. Esto significa que esta iniciativa parlamentaria sigue pendiente y, en el peor de los casos, podría suponer la prohibición de las motos mencionadas. Para todos aquellos que posean una moto afectada, esto equivaldría a una expropiación estatal.

Las asociaciones suizas de motociclistas quieren evitarlo. Por ello, FMS, SAM, motosuisse, 2-Rad Schweiz e IG-Motorrad se han dirigido por escrito a la "Comisión de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Energía (UREK)" responsable para evitar que ocurra lo peor.

Convencer con argumentos

En su carta a la UREK, las asociaciones de motoristas lo dejan inequívocamente claro: la iniciativa debe ser rechazada. Por supuesto, no es de extrañar que las asociaciones de motoristas se opongan a una iniciativa de este tipo, pero los argumentos son convincentes. Sobre todo porque, según los firmantes, la iniciativa afecta a un grupo de usuarios de la carretera que cumplen la ley.

Entre otras cosas, los motociclistas se sienten ofendidos por el valor límite, que no sólo fue elegido arbitrariamente, sino que además carece de relevancia jurídica. "Este valor, que fue elegido arbitrariamente por un estado federal austriaco en el verano de 2020 y adoptado sin reflexión por la Sra. Gabriela Suter, impulsora de esta iniciativa parlamentaria, no refleja en modo alguno la evolución real y legalmente homologada del ruido de un vehículo durante la conducción. Simplemente sirve a las autoridades como valor auxiliar para los controles de tráfico. Por lo tanto, no existe ninguna relación jurídicamente válida con la homologación del vehículo", según las asociaciones de motoristas.

El hecho de que el ruido estacionario no influya en absoluto en la homologación también significa que una ley basada en él penalizaría a los motoristas que han comprado una moto completamente legal y han cumplido las directrices aplicables. "Una prohibición de circulación de motos con un ruido en parado de 95 dB o más desposeería de hecho a decenas de miles de propietarios de motos compradas legalmente".

Contra la contaminación acústica

Las asociaciones de motoristas son muy conscientes del problema de la contaminación acústica. Sin embargo, suponen que se debe principalmente a las modificaciones ilegales: "Las asociaciones condenan enérgicamente estas modificaciones, porque además de la contaminación acústica, dañan la reputación de todo un grupo de usuarios de la carretera. Por ello, las asociaciones apoyan una aplicación específica de la normativa vigente, así como medidas más estrictas por parte de los legisladores y el ejecutivo contra cualquier comportamiento ilegal."

Por último, pero no por ello menos importante, las asociaciones también hacen referencia a la próxima norma Euro, que cambiará por completo el procedimiento de medición para la homologación del ruido. Las asociaciones afirman: "La Unión Europea introducirá un nuevo procedimiento de medición del ruido más estricto para los vehículos nuevos ya en 2023. Como viene haciendo desde hace años, Suiza adoptará estas nuevas normas de homologación en el marco de la armonización con las condiciones paneuropeas. Ir por libre o imponer una prohibición de circulación a los vehículos matriculados en toda Europa marginaría innecesariamente a Suiza dentro del mercado único."