Ha pasado una eternidad desde la última vez que vivimos carreras de tan alto calibre en Ginebra-Palexpo. Gracias a los nuevos promotores, que de repente han recordado que una selección de pilotos de alta calidad debe incluir más de dos nombres.

Durante años, en Ginebra ha existido la sensación de que la calidad de las carreras era algo secundario. En definitiva, que se estaba invitado a un espectáculo en el que los spots, los DJ, los acróbatas y el champán llenaban la sala. Además, dos estrellas, el estadounidense Justin Brayton (Honda) y el francés Marvin Musquin (KTM), que se disputan desde hace seis años el título de "Rey de Ginebra"; mientras los dos estuvieran en la carretera, todo iba bien. Pero cuando uno de ellos abandonaba - como Musquin el año pasado - el dominio del otro provocaba una larga espera.

Podrás leer cómo ha resultado este año mañana en el nuevo Moto Sport Suiza nº 24/2016